divendres, 19 de desembre del 2014

Efecto Pigmalión y el trabajo en el mundo canino

En la mayoría de los casos, al otro extremo de una correa hay un humano. Cuando trabajamos con personas, sea en el ámbito que sea, inevitablemente vamos descubriendo fenómenos, muy a menudo inconscientes, que van regulando las relaciones. 

Uno de ellos es el efecto Pigmalión. Se trata de la influencia de las expectativas que una tercera persona tiene sobre los posibles resultados de alguien en el grado final de rendimiento. Efectivamente, el rendimiento de una persona es mayor cuando el docente, jefe, mentor u otra persona de elevada influencia deposita sobre ella unas expectativas elevadas. 

Para entender el origen de este hallazgo nos remontamos a los años 60, cuando R. Rosenthal y L. Jacobson realizaron un curioso experimento en un colegio. Al azar, seleccionaron los nombres de algunos alumnos a los que atribuyeron puntuaciones muy elevadas en un supuesto test de inteligencia. ¿Se produciría en los demás profesores, impresionados por las altas capacidades de estos alumnos, alguna diferencia en el trato de los chicos? ¿Y se hallarían resultados diversos según la aparición o no en la lista? Según este experimento, sí. 




Una posible explicación es que las creencias por parte de una persona influyente sobre tu propio rendimiento generan un comportamiento determinado en ésta, con lo que facilitan la máxima ejecución así como la propia creencia de poder conseguirlo. 

Sabiendo esto, y teniendo en cuenta la elevada influencia en nuestras opiniones de la primera impresión, los prejuicios, la categorización a la que sometemos a cada persona con la que tratamos... ¿Podríamos pensar que este efecto estaría influyendo también nuestro trabajo? 




Se me ocurre, por ejemplo, el típico ejemplo de un propietario al que atribuimos tras un primer contacto un manejo poco adecuado, un nivel de conocimientos sobre comportamiento escaso y una forma física poco atlética. A partir de estos datos, ¿podría ser que nuestro empeño, nuestra motivación y nuestras expectativas de éxito fueran más escasas que si las condiciones fueran más esperanzadoras? Probablemente, aunque no seamos conscientes de ello, es así. 

Podríamos planetarnos, a modo de experimento, fijarnos en estos aspectos en los próximos casos en los que trabajemos y tomar consciencia de cómo están afectando nuestros pensamientos en nuestro comportamiento hacia nuestros clientes. A parte de lo que podamos saber y hacer nosotros mismos, debemos ser capaces de adaptarnos a las personas que confían en nosotros y dar lo mejor en cada caso. 

A veces, las personas nos sorprenden positivamente, igual que pueden hacerlo los perros. ¡No perdamos la ilusión! 

dijous, 18 de desembre del 2014

¿Por qué los perros van a la escuela?

Muchas veces me he preguntado cómo he podido vivir tanto tiempo junto a perros sin fijarme en los numerosos detalles comunicativos que hay en ellos. También he vivido sin ser consciente de la potencialidad que existe en sus más o menos grandes cerebros y lo poco que les habíamos hecho generar conexiones nuevas entre sus inquietas neuronas. Al ir aprendiendo, que de eso nunca debería jubilarse nadie, he ido viendo la luz sobre algunos aspectos fundamentales que anteriormente me habían pasado totalmente desapercibidos. 

Por eso, me emociona acompañar a otras personas en su proceso de conocimiento de sus propios perros. A la vez que veo a los animales disfrutar de esa chispa que generan los nuevos retos, a un nivel de dificultad óptimo, admiro también las caras de sus guías al entender por qué siempre hace una cosa u otra su compañero de cuatro patas, cómo llegar a enseñarle a hacer cosas que parecían imposibles o (simplemente) disfrutar de un paseo sin tensiones (sí, disfrutar... para eso compartimos la vida con ellos, ¿no?). 

Aprendiendo a leer el lenguaje de su compañero es más probable que sea capaz de respetarle de una forma más consciente, llegar a cooperar de una forma más efectiva y encontrar ese punto de comprensión mutua en el que se puede disfrutar durante muchos años de una relación en equilibrio. Además, es importante tener en cuenta que muchos de los problemas de comportamiento más típicos en los perros suelen estar muy vinculados a aspectos que los propietarios podrían gestionar mejor: manejo en la calle, rutinas, estimulación, etc. 





¿Por qué los perros deberían ir a la escuela? Mejor dicho: ¿Por qué los perros y las personas que conviven con ellos deberían ir a la escuela? 

Después de la adopción de nuestro mejor amigo, lo ideal sería pedir asesoramiento para disponer de una base de cómo entender y gestionar el comportamiento de nuestro nuevo compañero. De esta manera, con una inversión mínima podríamos empezar a disfrutar desde el primer momento de hacer las cosas bien, e ir viendo el resultado de una buena comprensión de por qué pasan las cosas y cómo podemos guiar a nuestro amigo. 

No sería la primera vez, ni será la última, que personas que manifiestan no estar satisfechos con la relación que tienen con su perro, tienen una visión de su compañero totalmente desfasada y enormemente influenciada por los medios de comunicación, con lo que sus propias reacciones ante comportamientos del animal son incorrectas y empeoran el problema (o lo crean!). 

Aun así, poco a poco, esperamos crear consciencia y conseguir que ningún perro, especialmente aquellos que han sido adoptados tras un pasado difícil, tengan que enfrentarse a una vida de incomprensión por parte de sus guías de la misma manera que nos gustaría evitar que tantas personas dejen pasar los días sin entender cómo piensa su compañero de cuatro patas y qué necesita para tener una vida plena. Recordad que todo profesional debería generar bienestar en vuestro perro (no lo contrario) y usar técnicas actualizadas. 

Por todo esto, una de las intervenciones en la que más creemos es en el asesoramiento antes de la adopción o compra de nuestro mejor amigo.

dimecres, 10 de desembre del 2014

Cada detall: memòries d'una gossa de 100 anys

La veritat és que no puc estar més agraïda a ves a saber qui per haver-me donat l’oportunitat d’escriure aquestes ratlles. Com els que em coneixeu sabeu, fa prop de 13 anys vaig creuar-me pel camí amb una gosseta ben jove, amb algunes pors i malalties, però capaç de robar-me tota la força del món per lluitar per una causa: els animals i en especial els gossos.

Actualment la Puça i jo ens trobem en un moment delicat. A la seva edat els canvis no són quelcom fàcil d’encaixar i, encara menys, aquells que et demanen adaptar-te a un nou ambient totalment diferent. El cas és que des de fa un any ja no visc on solia fer-ho i, de fet, no dormo en el mateix barri en el que vaig créixer i on precisament vaig trobar-me amb ella. Vaig intentar portar-la amb mi a la nostra nova vida, gradualment i sense pressa, però he de reconèixer que no ha estat una tasca fàcil i m’atreveixo a dir que no és possible si vull evitar un procediment farmacològic i altres tècniques. 



Cada cop que la visito a casa dels meus pares, tots els dies que puc, la miro i l’abraço per a que entengui que sóc allà cada minut de la seva vida, encara que no pugui veure’m. Quan camino amb ella estiro la meva paciència al màxim per a que els seus sentits no es perdin un detall del entorn. De tant en tant, la crido per a comprovar un cop més si és conscient que sóc amb ella i, sovint, no se n’adona fins que li faig una lleugera senyal a través de l’arnés. Quan passegem per la meva nova ciutat li intento fer entendre que pot gaudir igualment de cada petit estímul i que el fet que les persones passin tan a prop no és cap problema. Si he de comprar alguna cosa, intento que passi amb mi a la botiga o, si no, guardo els diners a la butxaca i segueixo el nostre camí.

Si puc, m’agrada robar-li un moment de cadell amb qualsevol detall i quan trobem un mur baixet, li ofereixo per a que salti, però només si li ve de gust, i encara en moltes ocasions ho fa. El millor moment és quan baixa tota decidida amb actitud de joc i em mira de reüll buscant aprovació.

Tots aquest moments els vaig guardant al fons de la meva retina i al bell mig del meu hipocamp.

El cas és que la meva trajectòria professional em demana seguir avançant, buscar un nou company per a viure aventures canines, seguir aprenent i compartir el que ja he viscut. Però per altra banda, cada cop que la miro em torno a sentir com a aquella adolescent de 14 anys que va aconseguir, gràcies a la seva germana gran, fer-li un lloc a casa a un gos perdut, garantir la seva salut i vetllar al màxim pel seu benestar durant tota la seva vida.


En aquest punt, per una banda desitjo anar endavant mentre que per l’altra m’aferro al passat i a les veus que em demanen una mica més de temps per gaudir de l’ésser amb qui més qualitats humanes he après. Intentant resoldre aquest moment de la meva vida, segueixo amb tu i mai deixaré de ser la teva mà en els moments en què la necessitis. No sé què passarà en el futur, però passi el que passi sóc aquí per a tu.

Els gossos a la intervenció infantil

Actualment ja són moltes les associacions i institucions que incorporen els gossos com a part fonamental de l’equip assistencial. Un exemple d’aquestes és l’Hospital Sant Joan de Déu, el primer en tot l’estat en comptar amb una unitat específica d’intervenció assistida amb gossos. Tots els animals poden ser una gran font de motivació i vitalitat, però els gossos són un dels millors col.laboradors a l'hora d'ajudar a persones sotmeses a llargs tractaments mèdics a conservar o recuperar les forces per a seguir lluitant. També podem trobar gossos en un gran nombre de centres per a gent gran, penitenciaris, o d’atenció a la discapacitat, entre d’altres.

En l’àmbit de la salut mental, també existeix una àmplia història en la incorporació de gossos en l’equip terapèutic, sobretot en atenció a la infància. Si ens remuntem a l’any 1953, trobem a Boris Levinson, Psiquiatre Infantil, qui va observar com la interacció espontània amb el seu gos li facilitava enormement la interacció inicial amb un pacient difícil.

L’evolució d’aquestes pràctiques s’ha vist poc recolzada per la dificultat de traduir les anècdotes individuals en dades numèriques contrastables. Tot i així, cada cop més professionals i famílies confien en aquest recurs terapèutic que hauria de ser sempre rigorosament dirigit per un professional especialitzat.

Què ens pot aportar la intervenció psicològica assistida per un gos degudament entrenat?

Un professional de la salut o de l’educació format en intervenció assistida amb animals afegeix a les seves competències la capacitat d’incorporar en el seu equip un animal amb funció d’eina terapèutica complementària al seu treball habitual.


Les àrees en què un gos pot ser útil per tal d’enriquir les intervencions en l’àmbit de la psicologia infantil són diverses, com a exemples:

- Higiene: A través de veure de quins aspectes hem de tenir cura en el gos podrem veure’ns reflectits i anar traspassant els comportaments i les actituds relacionats amb la higiene a nosaltres mateixos.

- Habilitats socials i vincle: A través de relacionar-nos amb el gos podem veure’ns involucrats en una relació de confiança i afecte amb un altre ésser viu. Poc a poc, podrem aprofitar aquest vincle per tal de relacionar-nos millor amb persones properes o desconegudes (podem passejar amb el gos i explicar-los coses sobre ell a persones que trobem). A través de la interacció rutinària amb l’animal, podrem anar entenent com funcionen els rituals de salutació i comiat de les persones així com altres aspectes de les relacions que en alguns casos ens costen d’aprendre.

- Aprenentatge: lecto-escriptura: En els casos en què el gos és una font d’interès important per als nens i nenes, podem aprofitar la seva presencia o absència per tal de generar un motor d’acció. A través d’exercicis com explicar contes al gos (que no jutja ni corregeix errors), escriure-li cartes o treballar fort per tal que pugui seguir venint amb nosaltres podem millorar alguns aspectes relacionats amb l’aprenentatge.

- Memòria i concentració: Per a nens i nenes amb dificultats per a mantenir l’atenció centrada en activitats concretes, podem aplicar el gos com a estímul que ens permeti generar en ells la motivació per aprendre’n, desenvolupar la capacitat de recordar diverses ordres, vocabulari, accions consecutives, espera, paciència i fins i tot tolerància a la frustració.

- Motivació per la intervenció: Alguns nens i nenes poden veure’s desbordats per aspectes que els costen especialment o pels que no tenen interès per avançar. La presència del gos en la intervenció pot generar en ells un extra de motivació per a assistir a la teràpia així com per assolir els objectius marcats en cada sessió.

- Trànsit per la via pública: Si ens preocupa el comportament del nostre fill al carrer ens pot interessar realitzar algunes sessions de passeig a la via pública acompanyats pel gos degudament entrenat. A través de la voluntat de protecció cap a l’animal i de la unió física entre el gos i el nen o nena podem treballar aspectes com: les senyals de trànsit, la perillositat d’alguns espais, la necessitat de caminar amb cura, etc.

- Comportament: Si el nostre fill o filla presenta problemes de comportament, podem aprofitar la presència del gos per a ajudar-lo a gestionar els seus impulsos i treballar aspectes conductuals.

També és recomanable, en alguns casos, treballar d’una forma més continuada alguns d’aquests aspectes. Així, la incorporació d’un gos a casa pot ser especialment interessant. És important, però, tenir en compte que no es tracta tan sols d’adoptar un animal de companyia com a membre de la família: cal un assessorament previ, una educació especialitzada de l’animal, una formació bàsica dels pares aquest àmbit, un període d’adaptació i un seguiment.

Pròximament donarem informació sobre possibles programes d'intervenció. 

dimarts, 18 de novembre del 2014

Los perros como nueva oportunidad educativa

Hace unos días tuve el placer de realizar una nueva actividad educativa en la que ofrecimos una nueva visión sobe quién son los perros, cómo podemos tratarlos y por qué es importante aprender a relacionarnos con estos magníficos animales.

Tom, nuestro Golden Retriever, hizo uso de sus principales armas: la calma, la serenidad, la paciencia y la suavidad para ganarse la confianza de cada uno de los participantes. El grupo de niños con los que trabajamos tiene en común la necesidad de disponer de un espacio de educación, tiempo libre, interacción social y afecto alternativo tanto al que les ofrece el centro educativo ordinario como el que pueden obtener en sus casas.

Para ellos es importante tener experiencias interesantes y básicas como ésta, puesto que enriquecen su  percepción del mundo y aportan un extra a capacidades como: comunicación, empatía, convivencia en la vía pública y respeto a seres de diferentes especies. También les permite trabajar sus miedos, sobretodo a niños llegados de países en los que estos animales son percibidos de otra manera. Debemos ser conscientes de que muchos de estos niños en edad de hacerlo aún no son capaces de expresarse correctamente de forma verbal, otros no han aprendido cómo comunicarse entre ellos de una forma que deje atrás la violencia de cualquier tipo o son reacios a integrarse en un grupo de iguales. También encontramos niños o niñas con elevada inhibición, impulsividad o falta de atención y, a nivel generalizado, una elevada necesidad de afecto externo que les permita seguir adelante con su crecimiento individual.



Nada más empezar la sesión con el grupo las diferentes vocecitas fueron disminuyendo enormemente tras entender que para Tom podría ser muy molesto estar allí con ellos si no guardaban un poco de silencio y respetaban su espacio. 

El tema principal que abordamos tras descubrir entre todos por qué un perro es un mamífero, qué origen tienen estos animales, qué papeles tan diversos ocupan en nuestra sociedad o por qué son tantas las diferencias entre individuos de diversas razas, fue el de las emociones. 

- Qué son las emociones? 

- Cuáles conocemos? 

- Pueden los perros tenerlas? 

- Cómo expresan cada una de ellas? 

- Qué podemos hacer nosotros para crear unas u otras? 

Tras debatir un poco estas cuestiones, fueron conociendo directamente a Tom primero aquellos niños con un poco más de miedo o recelo hacia los perros. A través de ponerlo en práctica, pudieron aprender cómo pueden acercarse a un perro y qué pueden hacer cuando están cerca de él para establecer una buena relación y para evitar accidentes por desgracia aun demasiado frecuentes en la población infantil. También entendieron cómo comportarse en caso de tener miedo o detectar un comportamiento en el animal que les sugiere que no son bienvenidos a seguir avanzando. 

Tom volverá a visitarlos periódicamente con el objetivo de seguir trabajando aspectos importantes que tienen más posibilidad de quedarse a formar parte del sistema de valores de los asistentes en tanto que van acompañados de un catalizador del aprendizaje de cuatro patas.

Cada vez más se apuesta por una educación basada en el descubrimiento, la comprobación de hipótesis más que en la creencia a ciegas y el contacto directo con aquello que se va estudiando. La combinación de un aprendizaje afectivo o que conlleva emociones con una gran motivación por trabajar con otros seres vivos hace que este tipo de experiencias dejen huella. 

dimecres, 8 d’octubre del 2014

Desembarco de Normandía y... clicker?

Hace unos días me encontraba contando a un amigo historiador algunas funciones del clicker en la educación canina. Mi sorpresa fue que enseguida reconoció el objeto y lo relacionó con sus conocimientos sobre historia bélica. ¿Cómo? ¿Este sonido que tanta gente utiliza cada día sirvió en el año 1945 como método de comunicación "secreto" entre soldados? 

Parece ser que cuando las Tropas Aliadas sobre volaban Normandía con la intención de atacar, un grupo de soldados se dejó caer en paracaídas para sorprender al ejército Alemán al día siguiente. La oscuridad y la complejidad del terreno unido al miedo a ser descubiertos les llevó a utilizar un sonido parecido al de las ranas para comunicarse entre ellos y localizar sus respectivas posiciones. Este sistema parecía funcionar hasta que alguno de sus compañeros sería descubierto y los enemigos empezarían a utilizar el mismo sistema para ir capturando uno a uno a los soldados escondidos en la región.




Este encuentro sorpresa con una parte de nuestro pasado me hizo preguntarme cuál era el origen real de este sistema de entrenamiento. Para ello tenemos que remontarnos a principios del siglo XX, cuando el conocido conductista B. F. Skinner publicó su libro "El comportamiento de los organismos", en el que ya se describían algunos parámetros básicos para analizar el comportamiento animal. Aunque parece ser que él mismo ya sugirió el sonido como reforzador secundario en el entrenamiento de perros, no sería hasta más adelante que se generalizaría su uso. Lo más impactante es que volvemos a encontrarnos en territorio bélico, puesto que ¡una parte de su trabajo consistía en entrenar a palomas para que pudieran servir al ejército Americano para guiar bombas! 

Fueron dos de sus aprendices, las Psicólogas Keller y Marian Brenald, quienes continuaron con el estudio comprometido de cómo los animales aprenden y, de hecho, crearon una empresa con el objetivo de demostrar la posibilidad de desechar el castigo completamente. En su carrera, entrenaron a un gran número de animales para diferentes finalidades: actividad militar, espectáculos, parques temáticos y hasta programas de televisión.




En el año 1984 la escritora y científica Karen Pryor publicó un libro en el que el público general descubrió cómo aplicar los recursos del condicionamiento operante en la educación de sus perros. En este punto, un número creciente de profesionales así como de "propietarios" o personas que comparten su casa con animales de otras especies se han ido interesando en cómo llegar a generar aprendizaje en sus compañeros. 

Probablemente me dejo por el camino a muchos entrenadores, investigadores, profesores o simplemente personas curiosas que han ido aprendiendo, pero lo que me gustaría resaltar para concluir este post es la importancia de saber de dónde venimos para avanzar, sin miedo a innovar y confiando en los profesionales que día a día se dejan la piel para mejorar en la comprensión del comportamiento y el aprendizaje tanto de los animales como de las personas.

Actualmente, como sabemos, existen diversas maneras de concebir el aprendizaje animal y aún se debe seguir investigando para llegar más lejos. ¡Queda mucho por hacer! 

dimecres, 6 d’agost del 2014

El camí que encara hem de recórrer...

És normal que encara ens costi interpretar les senyals comunicatives dels cans que viuen a casa, sobretot perquè hem crescut amb idees errònies sobre la seva educació, els objectius malèfics i premeditats de les seves accions. També succeeix en l'educació infantil, on cada progenitor té una idea prèvia de com hauria de fer-ho barrejada amb la pròpia experiència i les opinions alienes que es van sumant cada cop que el petit fa una malifeta. En el cas dels gossos, els "experts de parc" escampen els consells com un mar de saviesa infinit de fonts desconegudes. 

Molts "propietaris" de gossos segueixen castigant de forma continuada els "seus" animals quan agafen el que no toca, quan borden, quan eliminen dins de casa o quan salten al damunt d'un visitant. Al marge de les possibles contraindicacions del càstig com a eina educativa... el primer pas en tota relació hauria de ser: Estic fent alguna cosa jo que contribueix a que l'altre individu es comporti d'aquesta manera? Estic deixant-me alguna necessitat oblidada? Podria ser jo més consistent, més amable, més previsible i més clar quan em comunico amb el meu millor amic de 4 potes?




Sovint ens centrem en els aspectes negatius d'aquells a qui més estimem, deixant enrere petits moments de tranquil.litat que ens han fet gaudir, estones de joc que podríem haver aprofitat, petits passos cap a la millora d'un comportament d'entrada indesitjat... 

No és difícil d'entendre, doncs, com de llarg és el camí de les persones que volen fer-ho bé i també per a les persones que, tot i també voler-ho fer de la millora manera possible, insisteixen en continuar amb formes de fer confuses per als gossos. Tot i així, aprenent cada dia una mica és possible arribar a veure-hi una mica més clar sobre com s'expressen aquests vells amics que caminen amb nosaltres. Parant una mica més l'orella segur que en podrem treure l'aigua clara i afavorir una convivència tranquil.la i armònica així com un benestar animal digne d'una societat avançada. 

Animo a provar-ho... !

dijous, 31 de juliol del 2014

La vida con un perro geriátrico

Unos años antes… “Meeeec!” -> “Guau!”
Ahora… “Meeeec!” -> “¿Quién es?” -> “Hola!” ->  (tic-tac-tic-tac…) “Guau!”

Como muchas personas que compartimos la vida con perros de más de 7 años, me he dado cuenta, poco a poco, de que Puça se ha hecho mayor. A sus 13 años ya no le gustan nada los cambios en casa, nos espera en su cama mientras nosotros aprovechamos las últimas horas de la noche, ya no le interesa perseguir gatos y, lo más importante, ahora somos nosotros los que la avisamos a ella cuando llaman al timbre las visitas.
  


¿Cuáles son las quejas más frecuentes de personas que conviven con perros geriátricos?

Es frecuente encontrar déficits sensoriales de tipo auditivo y visual que pueden provocar cambios en el comportamiento del animal. Por ejemplo, un perro que empieza a perder capacidad visual probablemente se volverá más dependiente de su compañero.

También observamos una menor capacidad para adaptarse a los cambios en el ambiente, hecho que puede conllevar un mayor grado de estrés o estado ansioso en perros ya predispuestos a ello.

Las quejas por problemas de comportamiento en general no parecen ser más frecuentes que a otras edades, puesto que en caso que se hubiera presentado algún problema anteriormente ya se habrá producido solución, adaptación por parte de la familia o imposibilidad de convivencia y por tanto búsqueda de soluciones drásticas como abandono o eutanasia.

Ante problemas conductuales en un animal geriátrico debería acudirse a un veterinario para descartar causas médicas. Por ejemplo en el caso de una posible agresividad, la vejez puede condicionarla en dos sentidos: el primero rebajando el umbral en el que el perro se muestra agresivo, sobretodo si ya había una tendencia previa, y el segundo provocando un comportamiento agresivo en reacción a un posible dolor subyacente del que el propietario puede o no tener conocimiento.




Enfermedades degenerativas…

Somos muchos ya los que conocemos a alguna persona afectada por la enfermedad de Alzhéimer. Después de estudiar todos sus síntomas en la facultad de Psicología, mi abuela ha hecho que viva de cerca esta patología degenerativa contra la que poco se puede hacer más que frenar su avance y proteger a la persona en un ambiente seguro en el que las cosas sean sencillas y su pequeño mundo siga teniendo, a su manera, algo de sentido.

¿Qué es el Síndrome de Disfunción Cognitiva o SDC?

El SDC o “enfermedad de Alzheimer del perro”, con una elevada similitud tanto a nivel clínico como fisiopatológico con esta enfermedad humana, es un síndrome demencial, neurodegenerativo, que avanza progresivamente y que tienden a padecer algunos perros a lo largo de su vida geriátrica. A nivel del sistema nervioso, lo que se encuentra post mortem es una disminución en el número de neuronas colinérgicas (que trabajan con el neurotransmisor acetilcolina) en la corteza cerebral y el hipocampo, área especialmente importante para la memoria.
Los cambios comportamentales son característicos de cada afectado, pudiendo existir distintos grados de alteración cognitiva, por ejemplo, algunos perros pueden llegar a desconocer a los miembros de su familia y otros, con un grado menor de déficit cognitivo, pueden recordar sin dificultad las instrucciones aprendidas durante el entrenamiento casero previo.

El hecho de no existir una prueba diagnóstica sólida, de la misma manera que sucede en neuropsicología humana, hace que la detección temprana sea de vital importancia para el pronóstico. Existe una prueba neuropsicológica interesante para la detección de demencia en medicina humana llamada Wisconsin, que consiste en crear patrones cambiantes y evaluar la capacidad del paciente para detectar variaciones en el criterio, para la evaluación del SDC pueden utilizarse pruebas de este tipo adaptadas a perros siempre complementarias a cuestionarios que responden los propietarios.

Los síntomas deben diferenciarse de simples cambios propios de una edad avanzada. Los principales síntomas observados en el SDC son: Desorientación, Interacción social alterada, Sueño alterado y cambios en Hábitos (desaparecen). Otros síntomas: aumento de vocalizaciones, actividad sin propósito claro (deambular, quedar-se mirando a una pared, dar vueltas sin sentido), inquietud, disminución de la actividad exploratoria, alteraciones del apetito, etc.).

No está de más decir que los perros geriátricos, con dificultades cognitivas o sensoriales añadidas pueden llevar especialmente mal el hecho de ser abandonado, cambiar de hogar o tener que sobrevivir en la calle. 

Perro callejero Guatemala

¿Podemos mejorar la calidad de vida de los perros geriátricos?

  • Estimulación cognitiva:

 Existen pequeños ejercicios que podemos ir realizando para que nuestro perro sénior siga poniendo a prueba su memoria, concentración y atención como utilizar juegos interactivos en los que el perro debe recordar dónde suele haber premio o utilizar el ensayo y error para solucionar un problema. Otro elemento que puede ayudar a estimular al perro geriátrico son ejercicios sencillos de rastreo en los que deberá encontrar premios escondidos.

También es recomendable seguir practicando órdenes sencillas con una clara recompensa así como intervenir de forma rápida en el inicio de problemas de comportamiento surgidos o agravados en la vejez.
Una vez ya se han observado síntomas de SDC, la terapia comportamental y el reentrenamiento del animal en estados tempranos han sido sugeridas como herramientas terapéutica adecuadas y adicionales al tratamiento farmacológico.

  •        Enriquecimiento ambiental:

Una estimulación habitual en el hogar hará que el animal utilice de forma regular sus capacidades cognitivas y no caiga en un estado de apatía y aburrimiento. También puede ser útil para mitigar la ansiedad que pueden sufrir algunos animales geriátricos. En futuras publicaciones profundizaré sobre este tema.

  •       Hacer el entorno más accesible:

Muchas veces el animal geriátrico necesita ayudas nuevas para estar cómodo en su hogar. Las causas de su nueva situación pueden ser dolor, déficits sensoriales o simplemente la disminución de capacidades como la facilidad de movimiento y la orientación.




Una rampa que le ayude a acceder al sofá, la elevación del comedero a una altura más cómoda, la señalización con estímulos olfativos o táctiles de los lugares en los que dispone de recursos o la instalación de una pequeña luz cerca de su lugar de descanso pueden ser soluciones sencillas y muy útiles para animales que ya han dejado atrás su juventud. 

Del tratamiento completo a varios niveles y la prevención de enfermedades típicas de la vejez a nivel veterinario hablaremos en publicaciones siguientes con la colaboración de Carola Capdevila.


En conclusión…


La vida con un animal geriátrico puede ser divertida y enriquecedora, aunque a veces hay que ser paciente y tolerar los pequeños cambios que se van produciendo en nuestros mejores amigos. Sin duda, la recompensa de acompañar a nuestro colega canino en los últimos años de su vida es mucho mayor que los pequeños inconvenientes con los que nos podamos encontrar.











divendres, 18 de juliol del 2014

Aprendizaje, entorno y cerebro.

 Estudios sobre adicción indican que existe una asociación entre el consumo y los estímulos que lo preceden. Así, el mero hecho de encontrarse en el ambiente en el que se suele realizar el consumo el organismo inicia la descarga de los neurotransmisores implicados en la compensación del efecto de la sustancia exógena. Un ejemplo de ello es el aumento de Dopamina en las zonas cerebrales relacionadas con el placer incluso antes de que la cocaína llegue a ser administrada.

En cuanto a los perros, ¿cómo podría afectar al cerebro el hecho de encontrarnos en el lugar de entrenamiento, con los estímulos típicos (mordedor, pelota, clicker en mano, bolsa de premios, etc.)?

Por otro lado, se sabe que en anticipar un estímulo aversivo, el cerebro pone en marcha de una forma extremadamente rápida la amígdala, la principal encargada del condicionamiento del miedo. En caso que el perro asocie un determinado escenario con eventos negativos para él, su cerebro se las arregla para anticipar posibles consecuencias. Si se da la situación de que el perro no puede adelantarse a eventos negativos intermitentes... ¿Cómo creéis que estará el animal?

Pensando en el sistema clicker…

Lo que he intuido desde hace tiempo es que este sistema no es apto para todos los perros por alguna razón que no siempre nos cuentan en el típico curso de educación canina.

En este sistema existen varios componentes importantes:
  1. Estímulo discriminativo que señala la posibilidad de recibir un refuerzo positivo (algo que nos gusta, nos apetece o necesitamos).
  2. Reforzador secundario o estímulo auditivo que provoca una respuesta aprendida que señala el comportamiento deseado y la próxima aparición del reforzador primario.
  3. Reforzador primario o estímulo que por sí solo despierta el interés del animal, respondiendo a una necesidad natural.  
Como sabemos, se combina un condicionamiento clásico (el sonido adquiere capacidad informativa sobre el estímulo incondicionado, la comida) y un condicionamiento operante (el sonido aumenta la probabilidad de realizar un comportamiento). 

Un detalle que muchas veces pasa desapercibido es que el sonido que hacemos al clicar puede no ser un estímulo neutro para algunos animales, con lo que crearemos una respuesta de miedo justo después de la conducta deseada. Así, añadimos un escalón de dificultad y provocamos actividad en la amígdala e inhibición del aprendizaje además de no estar respetando uno de las premisas típicas del condicionamiento. En este caso podríamos cambiar el sonido habitual por otro estímulo informativo: una luz, otro sonido o vibración. 

Foto: Alba y Kira practicant amb clicker training. 

Por mucho que pretendamos utilizar el refuerzo positivo para no generar sufrimiento de ningún tipo en el animal, debemos tener en cuenta que a menudo la incertidumbre, la falta de comprensión y la expectativa de algo que no llega en el momento esperado también provocan malestar en los animales. Si observamos que el perro desea abandonar la situación, se rasca demasiado, jadea o emite otros comportamientos para evitar seguir con el entrenamiento, deberemos replantearnos si estamos siendo suficientemente claros y si nuestro compañero se está divirtiendo tanto como nosotros en el juego del aprendizaje.

De la misma forma en que las conexiones entre neuronas se fortalecen tras la repetición de un mismo ejercicio, provocando una reacción cada vez más rápida y sencilla, puede producirse el efecto contrario debilitándose la vía de comunicación tras ensayos en los que no se llega a ninguna conclusión útil. En el caso del clicker training, en ejercicios en los que la mano actúa como target estático tendríamos: mano-tocar-click-premio (suponiendo que el criterio es tocar). Si esta sucesión se rompe dificultaremos los próximos ensayos y podemos llevar al animal a un estado de incertidumbre.

¿Qué es la neurosis experimental? 

Se trata de un estado de agitación, incertidumbre, ansiedad, intentos de escapar, etc. que se produce en una situación de aprendizaje en la que se dan alguna de la siguientes condiciones: 
  1. La discriminación entre un estímulo excitatorio (informa de la aparición de comida) y otro inhibitorio (informa de la no aparición de comida) es extremadamente difícil. 
  2. Se produce un incremento excesivo en el retraso del reforzador tras una respuesta correcta

Enriquecimiento ambiental y cambios estructurales en el sistema nervioso

Estudios clásicos en los años 60 empezaron a explorar la cuestión de si los cambios en el ambiente podrían producir diferencias en el cerebro de roedores. Para ello, distribuyeron al azar diversos individuos en 3 tipos de jaulas:
  1. jaula estándar: control, típica jaula de laboratorio
  2. condición empobrecida
  3. condición enriquecida

Los resultados al comparar su cerebro mostraron una mayor actividad de un enzima llamado Acetilcolinesterasa, cuyo déficit está asociado a dificultades de aprendizaje y pérdida de funciones por edad avanzada. También se encontró un mayor peso y un mayor grosor de la corteza cerebral, sobretodo en zonas visuales (occipitales) y somestésticas.


Estos resultados me parecen muy interesantes a la hora de tener en cuenta la importancia del enriquecimiento en ambientes como perreras, ya que el hecho de vivir en un entorno más rico podría aumentar la probabilidad de aprendizaje y adaptación a un posible nuevo hogar.

Conclusiones: 

- No todo lo que consideramos positivo es siempre inocuo. 
- Debemos leer al perro mientras entrenamos. 
- Antes de utilizar una técnica determinada, deberíamos tomar consciencia sobre sus posibilidades. 
- Los cambios en el ambiente pueden afectar el cerebro de los animales mejorando o empeorando su bienestar.