divendres, 19 de desembre del 2014

Efecto Pigmalión y el trabajo en el mundo canino

En la mayoría de los casos, al otro extremo de una correa hay un humano. Cuando trabajamos con personas, sea en el ámbito que sea, inevitablemente vamos descubriendo fenómenos, muy a menudo inconscientes, que van regulando las relaciones. 

Uno de ellos es el efecto Pigmalión. Se trata de la influencia de las expectativas que una tercera persona tiene sobre los posibles resultados de alguien en el grado final de rendimiento. Efectivamente, el rendimiento de una persona es mayor cuando el docente, jefe, mentor u otra persona de elevada influencia deposita sobre ella unas expectativas elevadas. 

Para entender el origen de este hallazgo nos remontamos a los años 60, cuando R. Rosenthal y L. Jacobson realizaron un curioso experimento en un colegio. Al azar, seleccionaron los nombres de algunos alumnos a los que atribuyeron puntuaciones muy elevadas en un supuesto test de inteligencia. ¿Se produciría en los demás profesores, impresionados por las altas capacidades de estos alumnos, alguna diferencia en el trato de los chicos? ¿Y se hallarían resultados diversos según la aparición o no en la lista? Según este experimento, sí. 




Una posible explicación es que las creencias por parte de una persona influyente sobre tu propio rendimiento generan un comportamiento determinado en ésta, con lo que facilitan la máxima ejecución así como la propia creencia de poder conseguirlo. 

Sabiendo esto, y teniendo en cuenta la elevada influencia en nuestras opiniones de la primera impresión, los prejuicios, la categorización a la que sometemos a cada persona con la que tratamos... ¿Podríamos pensar que este efecto estaría influyendo también nuestro trabajo? 




Se me ocurre, por ejemplo, el típico ejemplo de un propietario al que atribuimos tras un primer contacto un manejo poco adecuado, un nivel de conocimientos sobre comportamiento escaso y una forma física poco atlética. A partir de estos datos, ¿podría ser que nuestro empeño, nuestra motivación y nuestras expectativas de éxito fueran más escasas que si las condiciones fueran más esperanzadoras? Probablemente, aunque no seamos conscientes de ello, es así. 

Podríamos planetarnos, a modo de experimento, fijarnos en estos aspectos en los próximos casos en los que trabajemos y tomar consciencia de cómo están afectando nuestros pensamientos en nuestro comportamiento hacia nuestros clientes. A parte de lo que podamos saber y hacer nosotros mismos, debemos ser capaces de adaptarnos a las personas que confían en nosotros y dar lo mejor en cada caso. 

A veces, las personas nos sorprenden positivamente, igual que pueden hacerlo los perros. ¡No perdamos la ilusión! 

dijous, 18 de desembre del 2014

¿Por qué los perros van a la escuela?

Muchas veces me he preguntado cómo he podido vivir tanto tiempo junto a perros sin fijarme en los numerosos detalles comunicativos que hay en ellos. También he vivido sin ser consciente de la potencialidad que existe en sus más o menos grandes cerebros y lo poco que les habíamos hecho generar conexiones nuevas entre sus inquietas neuronas. Al ir aprendiendo, que de eso nunca debería jubilarse nadie, he ido viendo la luz sobre algunos aspectos fundamentales que anteriormente me habían pasado totalmente desapercibidos. 

Por eso, me emociona acompañar a otras personas en su proceso de conocimiento de sus propios perros. A la vez que veo a los animales disfrutar de esa chispa que generan los nuevos retos, a un nivel de dificultad óptimo, admiro también las caras de sus guías al entender por qué siempre hace una cosa u otra su compañero de cuatro patas, cómo llegar a enseñarle a hacer cosas que parecían imposibles o (simplemente) disfrutar de un paseo sin tensiones (sí, disfrutar... para eso compartimos la vida con ellos, ¿no?). 

Aprendiendo a leer el lenguaje de su compañero es más probable que sea capaz de respetarle de una forma más consciente, llegar a cooperar de una forma más efectiva y encontrar ese punto de comprensión mutua en el que se puede disfrutar durante muchos años de una relación en equilibrio. Además, es importante tener en cuenta que muchos de los problemas de comportamiento más típicos en los perros suelen estar muy vinculados a aspectos que los propietarios podrían gestionar mejor: manejo en la calle, rutinas, estimulación, etc. 





¿Por qué los perros deberían ir a la escuela? Mejor dicho: ¿Por qué los perros y las personas que conviven con ellos deberían ir a la escuela? 

Después de la adopción de nuestro mejor amigo, lo ideal sería pedir asesoramiento para disponer de una base de cómo entender y gestionar el comportamiento de nuestro nuevo compañero. De esta manera, con una inversión mínima podríamos empezar a disfrutar desde el primer momento de hacer las cosas bien, e ir viendo el resultado de una buena comprensión de por qué pasan las cosas y cómo podemos guiar a nuestro amigo. 

No sería la primera vez, ni será la última, que personas que manifiestan no estar satisfechos con la relación que tienen con su perro, tienen una visión de su compañero totalmente desfasada y enormemente influenciada por los medios de comunicación, con lo que sus propias reacciones ante comportamientos del animal son incorrectas y empeoran el problema (o lo crean!). 

Aun así, poco a poco, esperamos crear consciencia y conseguir que ningún perro, especialmente aquellos que han sido adoptados tras un pasado difícil, tengan que enfrentarse a una vida de incomprensión por parte de sus guías de la misma manera que nos gustaría evitar que tantas personas dejen pasar los días sin entender cómo piensa su compañero de cuatro patas y qué necesita para tener una vida plena. Recordad que todo profesional debería generar bienestar en vuestro perro (no lo contrario) y usar técnicas actualizadas. 

Por todo esto, una de las intervenciones en la que más creemos es en el asesoramiento antes de la adopción o compra de nuestro mejor amigo.

dimecres, 10 de desembre del 2014

Cada detall: memòries d'una gossa de 100 anys

La veritat és que no puc estar més agraïda a ves a saber qui per haver-me donat l’oportunitat d’escriure aquestes ratlles. Com els que em coneixeu sabeu, fa prop de 13 anys vaig creuar-me pel camí amb una gosseta ben jove, amb algunes pors i malalties, però capaç de robar-me tota la força del món per lluitar per una causa: els animals i en especial els gossos.

Actualment la Puça i jo ens trobem en un moment delicat. A la seva edat els canvis no són quelcom fàcil d’encaixar i, encara menys, aquells que et demanen adaptar-te a un nou ambient totalment diferent. El cas és que des de fa un any ja no visc on solia fer-ho i, de fet, no dormo en el mateix barri en el que vaig créixer i on precisament vaig trobar-me amb ella. Vaig intentar portar-la amb mi a la nostra nova vida, gradualment i sense pressa, però he de reconèixer que no ha estat una tasca fàcil i m’atreveixo a dir que no és possible si vull evitar un procediment farmacològic i altres tècniques. 



Cada cop que la visito a casa dels meus pares, tots els dies que puc, la miro i l’abraço per a que entengui que sóc allà cada minut de la seva vida, encara que no pugui veure’m. Quan camino amb ella estiro la meva paciència al màxim per a que els seus sentits no es perdin un detall del entorn. De tant en tant, la crido per a comprovar un cop més si és conscient que sóc amb ella i, sovint, no se n’adona fins que li faig una lleugera senyal a través de l’arnés. Quan passegem per la meva nova ciutat li intento fer entendre que pot gaudir igualment de cada petit estímul i que el fet que les persones passin tan a prop no és cap problema. Si he de comprar alguna cosa, intento que passi amb mi a la botiga o, si no, guardo els diners a la butxaca i segueixo el nostre camí.

Si puc, m’agrada robar-li un moment de cadell amb qualsevol detall i quan trobem un mur baixet, li ofereixo per a que salti, però només si li ve de gust, i encara en moltes ocasions ho fa. El millor moment és quan baixa tota decidida amb actitud de joc i em mira de reüll buscant aprovació.

Tots aquest moments els vaig guardant al fons de la meva retina i al bell mig del meu hipocamp.

El cas és que la meva trajectòria professional em demana seguir avançant, buscar un nou company per a viure aventures canines, seguir aprenent i compartir el que ja he viscut. Però per altra banda, cada cop que la miro em torno a sentir com a aquella adolescent de 14 anys que va aconseguir, gràcies a la seva germana gran, fer-li un lloc a casa a un gos perdut, garantir la seva salut i vetllar al màxim pel seu benestar durant tota la seva vida.


En aquest punt, per una banda desitjo anar endavant mentre que per l’altra m’aferro al passat i a les veus que em demanen una mica més de temps per gaudir de l’ésser amb qui més qualitats humanes he après. Intentant resoldre aquest moment de la meva vida, segueixo amb tu i mai deixaré de ser la teva mà en els moments en què la necessitis. No sé què passarà en el futur, però passi el que passi sóc aquí per a tu.

Els gossos a la intervenció infantil

Actualment ja són moltes les associacions i institucions que incorporen els gossos com a part fonamental de l’equip assistencial. Un exemple d’aquestes és l’Hospital Sant Joan de Déu, el primer en tot l’estat en comptar amb una unitat específica d’intervenció assistida amb gossos. Tots els animals poden ser una gran font de motivació i vitalitat, però els gossos són un dels millors col.laboradors a l'hora d'ajudar a persones sotmeses a llargs tractaments mèdics a conservar o recuperar les forces per a seguir lluitant. També podem trobar gossos en un gran nombre de centres per a gent gran, penitenciaris, o d’atenció a la discapacitat, entre d’altres.

En l’àmbit de la salut mental, també existeix una àmplia història en la incorporació de gossos en l’equip terapèutic, sobretot en atenció a la infància. Si ens remuntem a l’any 1953, trobem a Boris Levinson, Psiquiatre Infantil, qui va observar com la interacció espontània amb el seu gos li facilitava enormement la interacció inicial amb un pacient difícil.

L’evolució d’aquestes pràctiques s’ha vist poc recolzada per la dificultat de traduir les anècdotes individuals en dades numèriques contrastables. Tot i així, cada cop més professionals i famílies confien en aquest recurs terapèutic que hauria de ser sempre rigorosament dirigit per un professional especialitzat.

Què ens pot aportar la intervenció psicològica assistida per un gos degudament entrenat?

Un professional de la salut o de l’educació format en intervenció assistida amb animals afegeix a les seves competències la capacitat d’incorporar en el seu equip un animal amb funció d’eina terapèutica complementària al seu treball habitual.


Les àrees en què un gos pot ser útil per tal d’enriquir les intervencions en l’àmbit de la psicologia infantil són diverses, com a exemples:

- Higiene: A través de veure de quins aspectes hem de tenir cura en el gos podrem veure’ns reflectits i anar traspassant els comportaments i les actituds relacionats amb la higiene a nosaltres mateixos.

- Habilitats socials i vincle: A través de relacionar-nos amb el gos podem veure’ns involucrats en una relació de confiança i afecte amb un altre ésser viu. Poc a poc, podrem aprofitar aquest vincle per tal de relacionar-nos millor amb persones properes o desconegudes (podem passejar amb el gos i explicar-los coses sobre ell a persones que trobem). A través de la interacció rutinària amb l’animal, podrem anar entenent com funcionen els rituals de salutació i comiat de les persones així com altres aspectes de les relacions que en alguns casos ens costen d’aprendre.

- Aprenentatge: lecto-escriptura: En els casos en què el gos és una font d’interès important per als nens i nenes, podem aprofitar la seva presencia o absència per tal de generar un motor d’acció. A través d’exercicis com explicar contes al gos (que no jutja ni corregeix errors), escriure-li cartes o treballar fort per tal que pugui seguir venint amb nosaltres podem millorar alguns aspectes relacionats amb l’aprenentatge.

- Memòria i concentració: Per a nens i nenes amb dificultats per a mantenir l’atenció centrada en activitats concretes, podem aplicar el gos com a estímul que ens permeti generar en ells la motivació per aprendre’n, desenvolupar la capacitat de recordar diverses ordres, vocabulari, accions consecutives, espera, paciència i fins i tot tolerància a la frustració.

- Motivació per la intervenció: Alguns nens i nenes poden veure’s desbordats per aspectes que els costen especialment o pels que no tenen interès per avançar. La presència del gos en la intervenció pot generar en ells un extra de motivació per a assistir a la teràpia així com per assolir els objectius marcats en cada sessió.

- Trànsit per la via pública: Si ens preocupa el comportament del nostre fill al carrer ens pot interessar realitzar algunes sessions de passeig a la via pública acompanyats pel gos degudament entrenat. A través de la voluntat de protecció cap a l’animal i de la unió física entre el gos i el nen o nena podem treballar aspectes com: les senyals de trànsit, la perillositat d’alguns espais, la necessitat de caminar amb cura, etc.

- Comportament: Si el nostre fill o filla presenta problemes de comportament, podem aprofitar la presència del gos per a ajudar-lo a gestionar els seus impulsos i treballar aspectes conductuals.

També és recomanable, en alguns casos, treballar d’una forma més continuada alguns d’aquests aspectes. Així, la incorporació d’un gos a casa pot ser especialment interessant. És important, però, tenir en compte que no es tracta tan sols d’adoptar un animal de companyia com a membre de la família: cal un assessorament previ, una educació especialitzada de l’animal, una formació bàsica dels pares aquest àmbit, un període d’adaptació i un seguiment.

Pròximament donarem informació sobre possibles programes d'intervenció.