divendres, 20 de febrer del 2015

Con nuestro perro por el mundo: consejos de supervivencia básica.

He escuchado muchas veces algo parecido a "en otros países los perros pueden estar en todas partes". De hecho, justamente hace unos días vi entrar a un precioso labrador en el único que bar que conozco en la ciudad al que puedes entrar con tu perro a tomar lo que quieras acompañado de quien quieras. 

Después de esto me he planteado: ¿Quieren, los perros, entrar en los bares? O quizás la pregunta sería: ¿Cuánto tiempo pueden los perros estar en un bar? 

También me he preguntado: ¿Estamos preparados para llevar a nuestros perros a todas partes? ¿Creéis que la educación que damos a nuestros perros es la adecuada actualmente en nuestro país? 

Algunos consejos para entrar en un espacio (tipo local) compartido con personas que no aman a los perros y no morir en el intento


  • Entrenar con nuestro perros ejercicios básicos de obediencia: sentado, tumbado, quieto, ven. 
  • Estar seguros de que nuestro perro tiene buena relación con otros perros pero a la vez es capaz de estar tranquilo en presencia de ellos. 
  • Acostumbrar, gradualmente, a nuestro perro a estar tumbado tranquilo en entornos controlados antes de ponerlo en práctica en el entorno real: mientras hablamos con otras personas, comemos, miramos un escaparate, etc. 
  • Estar seguros de que nuestro perro acepta la proximidad de desconocidos: cerca de nosotros y/o cerca de él hasta el punto de aceptar una posible interacción directa voluntaria o accidental.
  • Estar seguros de que nuestro perro acepta la presencia de niños de diversas edades. 
  • Siempre mantener a nuestro perro atado con un material que no perjudique su comodidad: collar o arnés y correa fija (evitar tipo flexi) evitando el riesgo de fuga y accidentes en una situación de multitud. 
  • Llevar encima algunos premios para reforzar (potenciar) el buen comportamiento de nuestro perro en situaciones que le puedan haber sido más complicadas de gestionar. 
  • Tener en cuenta la posibilidad de habituar a nuestro perro al bozal. 


En resumen: estar seguros de que nuestro perro puede comportarse correctamente, estar realmente tranquilo y permitirnos disfrutar de situaciones sociales con comodidad para todos.




Por último recurda: aunque tu perro tenga el mejor de los comportamientos en público, sé sensible a su bienestar y no le olvides bajo la mesa del bar.


Espero que podamos contestar a todas las preguntas anteriores con un gran SÍ... ¡en un tiempo!

¡Apostemos por la prevención y por una formación básica que permita que todos podamos tener una relación sana y respetuosa con nuestros ejemplares perros! 



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