dimarts, 7 d’abril del 2015

Dudas ante un problema de comportamiento... y también dudas ante su solución.

Como muchos ya sabréis por haber tenido que pasar de un profesional a otro, en algunos casos escuchando explicaciones divergentes sobre un mismo hecho y recibiendo consejos diversos sobre cómo afrontar un problema hay algo que está claro: en el ámbito del comportamiento aún no existe un consenso suficientemente amplio como para que todos los profesionales vayamos a una. Sucede en salud mental humana... ¡no sucederá en educación canina! 


¿Cuál puede ser una solución para salir de este "cacao" cuando tenemos un problema con nuestro perro o simplemente queremos aprender a comunicarnos con él de forma que podamos prevenir nosotros mismos muchos de los problemas más frecuentes? 

1) Tener claro lo que queremos, cuáles son nuestros objetivos. 

2) Tener una idea de qué tipo de métodos existen y cuál de ellos queremos usar.  

3) Plantearnos qué emociones nos provocan a mí mismo y a mi familia las diversas maneras de trabajar: ¿seré capaz de aplicar técnicas que causen dolor a mi perro? ¿disfrutaré con el entrenamiento a base de coacción? ¿me aseguraré de que su bienestar físico y psicológico está garantizado? ¿escogeré la manera que más respete el vínculo que tengo con mi perro? 

4) Ser realistas. No hay panaceas, aunque algunos métodos son más eficaces a largo plazo que otros. Lo que sí es necesaria es una implicación y un compromiso por parte de la familia que solicita un servicio profesional. 

5) Preguntar, preguntar y preguntar todo lo que necesitemos hasta que estemos satisfechos. 


Antes de contratar a un profesional del comportamiento canino, te recomiendo que preguntes sobre su formación, su experiencia, sus métodos de trabajo, pidas referencias bibliográficas (actualizadas) que te pueda recomendar... 

Últimamente veo en las redes sociales un sinfín de debates abiertos sobre temas de educación canina, salud y bienestar animal. Lo que percibo en muchas ocasiones son opiniones sesgadas basadas en experiencias personales o creencias. Se entiende que es una época en la que hemos vuelto al "me lo hago yo, que no hay dinero" pero en algunos casos una intervención efectiva en un momento puntual nos ayuda a disfrutar de la convivencia con nuestro perro durante muchos años más. Para eso estamos los profesionales ;) 

¿Tienes dudas sobre si necesitas o no un educador canino en casa? 

Escríbenos a: silvia@indicans.cat y valoraremos tu caso. 


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