dilluns, 2 de març del 2015

¿Por qué puedo ser un gran compañero de un perro y no tener que pasar antes que él por las puertas?

Justo ayer leí por casualidad una "guía para el asesoramiento a adoptantes". Tengo que reconocer que como ya era un poco tarde y el día había sido intenso, la leía un poco en diagonal por si había algun detalle novedoso en el que ya profundizaría al día siguiente. De repente mis ojos percibieron algo que me pareció una broma irónica... Pero no lo era. 

Rápidamente envié el mensaje a un grupo de compañeros con los que siempre puedo contar en cuanto a etología se refiere. Gente joven, con una larga carrera por detrás y por delante, gente que ama a los animales y se preocupa por estudiarles y conocerles cada vez un poco más sin perder nunca el respeto por su bienestar. Entre todos, vamos a escribir para intentar retirar esta publicación que tanto puede hacer sufrir a un animal recién adoptado, que se merece un hogar en el que las personas le traten de forma justa, evitando falsas creencias y apostando por una educación moderna, respetuosa y de calidad. Si ya es importante siempre, venga de donde venga el perro (el gato o el animal que sea) imaginad lo crucial que es un asesoramiento de calidad cuando el animal ya ha sufrido bastante en su triste pasado. 



¿Es necesario comer siempre nosotros antes que el perro para que no se piense que es el jefe?

Lo que os puedo decir, para quien quiera empezar con buen pie con su nuevo compañero, es que este tipo de consejos ha quedado superado por muchas otras ideas y técnicas que nos permiten comunicarnos con los animales sin necesidad de ir dejando clara nuestra superioridad en cada esquina. 

Aunque a veces sea difícil cuando no tenemos una base, podemos hacer entender a nuestro perro que somos sus compañeros y sus guías a la vez, pero no hace falta someterlos con arcaicos comportamientos. 

Si el perro come antes que nosotros, probablemente tendrá menos hambre cuando comamos nosotros y podremos educar mejor su comportamiento mientras estamos a la mesa.  En realidad, no importa cuándo coma, mientras aprenda a no obtener comida en base a un comportamiento que no queremos prolongar, como ladrar, saltar, etc. La hora de la comida también nos puede servir para entrenar alguna habilidad y potenciar el autocontrol (hasta que no está sentado y quieto no le ponemos el pienso). Nos irá bien aprender sobre el principio de Premack, según el que conductas menos probables pueden hacerse más probables gracias a otras preferidas por el animal. 

¿Tenemos que salir siempre antes por la puerta? 

Si Max quiere salir el primero por la puerta no es porque quiere adueñarse de la casa ni ser tu jefe, lo que pasa es que tiene ganas de salir a la calle. En caso de que desees que salga con más tranquilidad, puedes aplicar Premack (hasta que no estés sentado no abro la puerta). Si lo hacemos siempre así estaremos siendo consistentes en el tiempo y predecibles. Así, trabajando de una forma correcta y constante, podremos ser un guía, una referencia, pero no un jefe prehistórico. 

En realidad, lo mismo sucede con un abanico muy amplio de comportamientos que el día a día nos pueden costar de entender y abordar, pero que podríamos resolver con un buen asesoramiento. 

Espero haberme explicado correctamente. Si tenéis dudas... contactad y lo hablamos. 



Cap comentari:

Publica un comentari a l'entrada